El rendimiento de un sitio web está directamente influenciado por el hosting seleccionado. Un servidor de baja calidad puede generar interrupciones constantes, lentitud y fallas en la carga, afectando negativamente la experiencia del usuario.
Un buen hosting debe ofrecer tiempos de respuesta rápidos, estabilidad garantizada y medidas de seguridad apropiadas. También es importante considerar la ubicación del servidor, ya que un servidor más cercano al público objetivo suele mejorar el tiempo de carga.
Además, algunos proveedores incluyen características adicionales como copias de seguridad automáticas, certificados SSL y soporte técnico especializado. Elegir un hosting confiable es esencial para asegurar un funcionamiento óptimo del sitio, mejorar el posicionamiento y evitar pérdidas de tráfico.
