La estructura del contenido es un elemento fundamental en la lectura digital. A diferencia de los textos impresos, donde el lector avanza de manera lineal, en la web los usuarios escanean rápidamente en busca de información relevante. Por eso, una buena organización visual es clave para mantener su atención.
El uso correcto de encabezados permite dividir los temas y mostrar claramente la jerarquía de ideas. Los subtítulos ayudan a que el usuario comprenda el contenido sin necesidad de leer cada palabra. Asimismo, los párrafos breves, las viñetas y las listas contribuyen a mejorar la claridad del texto.
Otra técnica importante es el uso de espacios en blanco. Estos brindan descanso visual, evitando saturar al usuario con bloques demasiado densos. Una estructura bien planificada facilita la comprensión, mejora la experiencia del lector y favorece el tiempo de permanencia en el sitio. En consecuencia, la correcta organización del contenido tiene un impacto directo en el rendimiento general del proyecto web.